Susana Castellanos de Zubiría: La importancia del mito para reflejar el pensamiento colectivo.
Susana Castellanos de Zubiría es una escritora y profesora de literatura, mitología e historia del arte en la Universidad de Rosario, ha escrito varios libros, entre ellos: Amores malditos: pasiones mortales y divinas de la historia y Diosas, brujas y vampiresas: manifestaciones del poder femenino, el último estuvo en mi lista de libros por leer por mucho tiempo, lo encontré por casualidad en la librería Nacional en Medellín, con un título diferente al original, lo estuve buscando por más de dos años con el título: Diosas, brujas y vampiresas: el miedo irracional de hombre a la mujer, con el que fue publicado inicialmente por Susana como tesis de grado, personalmente me gusta más el título actual, ya que me parece más contemporáneo, pues habla de un proceso de reivindicación del papel de la mujer en la sociedad y por supuesto de una reconciliación entre hombres y mujeres.
Inicialmente, deseaba escribir sobre el último libro, pero me parece que está muy relacionado con amores malditos, pues ambos libros exploran el desarrollo del mito a través de la historia, el tema en el que Susana se siente muy claramente cómoda, ambos libros están organizados de forma cronológica y nos permiten ver cómo evoluciona el pensamiento colectivo a través de la historia o como involuciona o no evoluciona, como es el caso de los primeros mitos sobre la Diosa Madre, reflejo de un estructura social matriarcal, que le dan a la mujer su lugar como Diosa primigenia dadora de vida y su posterior "degradación" a hechiceras y brujas, mujeres malvadas y tentadoras, que podrían llevar a cualquier hombre a su destrucción que son reflejo de la sociedad turbulenta y reprimida de la edad media o en el caso de amores malditos, se puede evidenciar que a través de la historia, la pasión siempre ha dominado a los seres humanos y los ha llevado a ser víctimas de indecibles tragedias.
Además de disfrutar leyendo estos libros y aprender, he podido comprender mucho mejor el pensamiento humano y cómo este influye en el comportamiento en sociedad; por ejemplo, para los hombres, las mujeres son en varios sentidos un misterio (así como ellos para nosotras) y su forma de explicar sus comportamiento hacia ellas, de marcar una diferencia (para mi y para muchas personas hoy en día) inexistente y justificar la represión a las que fueron sometidas algunas mujeres, a las que se las tilda de brujas con justificaciones absurdas, es aquí donde veo un puente con amores malditos, en el intento del hombre de controlar sus instintos y pasiones más profundas, de negar su naturaleza animal, es que todo acaba en tragedia, como menciona Susana al final de Amores malditos: "A pesar de la confianza que muchos seres humanos depositan en lo racional...ese impulso místico, ese sentimiento casi religioso que al menos por un instante nos impele a fundirnos con el otro, no ha cambiado. Parece que los seres humanos creen que la felicidad está en el amor, y que al diluirse en el otro encontramos la razón que justifica nuestra vacua existencia. Pero si seguimos ciertos relatos de la historia, podríamos concluir que pretender la plenitud del amor es buscar lo inalcanzable, porque somos humanos, cobardes, egoístas, mezquinos y precarios. Las pasiones intensas siempre tendrán un tinte violento..." considero que aunque el enunciado anterior es difícil de leer (nos hiere el ego, como seres humanos) es muy cierto, los seres humanos pensamos que el amor es una forma de llenar nuestros vacíos y miedos, queremos pero no damos, exigimos pero no entregamos, hacemos daño pero no queremos que nos hagan daño, el amor es mucho más complejo que eso, el amor nace de la libertad y la mesura, si de la mesura, porque para ser feliz con otro, hay que ser feliz uno mismo, hay que amarse y llenarse uno mismo y siempre dejar algo para nosotros, antes de compartir esa felicidad con otro y por supuesto esa felicidad debe nacer de la libertad de ser nosotros mismos, en ese sentido el amor no sería turbulento, sino más bien un instrumento para ser mejores seres humanos y en esa medida más felices, pero nunca al contrario, la felicidad no viene del amor, se comparte con el ser amado, pero debe nacer del amor propio, de la libertad y la seguridad de ser nosotros mismos y de hacer feliz al otro en su propia libertad.
La solución para lo anterior es para mi la figura de la hechicera o la bruja, pues esta es una mujer libre, la mezcla y equilibrio perfecto entre la pasión y la razón, una mujer dueña de sí misma y de sus emociones, libre para decidir ser la heroína de su propia historia o ¿porque no?, escoger y acompañar a su héroe, las hechiceras, también llevan en sí mismas la esencia de la Diosa primigenia dadora de vida y están profundamente unidas y en armonía con la naturaleza, por lo que considero de ellas tenemos mucho que aprender.
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