Roma soy yo: La corrupción del poder
El nuevo libro de Posteguillo lo tiene todo, tiene hermosos discursos, relatos bélicos emocionantes, intrigas, romance y por si esto no fuera suficiente rigurosidad histórica, además Posteguillo se vale de múltiples recursos para contarnos la historia de el enigmático personaje que es Julio César, Roma soy yo no sólo es una reconstrucción de la vida de César, tal vez uno de los hombres más influyente del mundo antiguo, es la narración precisa sin dejar de ser entretenida de una época convulsa de uno de los imperios más grandes e influyentes de la historia y más allá de ser una lección de historia remota, es terriblemente actual.
¿Pero podríamos preguntarnos porqué? Pues bien, se sabe que Roma influye tanto en nuestras vidas que muchas de las estructuras políticas actuales, son copiadas de la antigua roma, una de las más conocidas es el Senado, lo sorprendente es que los Senadores de entonces no son tan diferentes a los nuestros, el Senado además de ser la más importante institución romana, era una maquinaria de influencias, similar a las que conocemos hoy en día, de hecho el libro es en si una maravillosa reconstrucción del primer juicio de César, el juicio contra Dolabela, un senador corrupto de su época, por supuesto ahora como entonces hay impunidad y los poderosos se aprovechan de su posición para hacer con los desfavorecidos lo que se les antoje, para expoliar templos y cobrar altos impuestos. Uno de los crímenes de Dolabela es por ejemplo, la apropiación de impuestos que en un principio serían usados para reconstruir la vía Egnatia ¿Increíblemente actual, no?
O por lo menos para mí lo es, cuando viajo con enfermos por una carretera en pésimo estado, me doy cuenta de la falta de empatía de estas personas, es que más allá de la reconstrucción de una vía como decía César, estamos hablando de la calidad de vida de seres humanos, las vías en mal estado han aumentado la cantidad de accidentes que llegan al hospital e incluso hacen más difícil a las personas acceder a cosas tan básicas como salud y educación, es triste ver como la incapacidad de las personas que manejan el poder por ver más allá de sus intereses, hace que muchas personas tengan que vivir en condiciones poco dignas. Y es que aún hoy hay muchos Dolabelas, pero afortunadamente también hay muchos Césares, capaces de luchar y defender los derechos del pueblo, de sentirse ellos parte del pueblo y no seres superiores, como decía Jorge Eliécer Gaitán, un orador y político Colombiano asesinado el 9 de Abril de 1948: "Yo no soy un hombre, soy un pueblo, y el pueblo es superior a sus dirigentes"algo parecido dice César en un alegato final durante el juicio "Soy el abogado de Roma. Los abogados de su defensa han intentado hacernos creer que Dolabela es Roma, pero no es así. En este juicio Roma no es Dolabela, Roma no sois vosotros, jueces. Roma y el pueblo de Roma están representados por mí. Y es que hoy, aquí y ahora. Roma soy yo."
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