Mujeres del alma mía de Isabel Allende
Quiero empezar este blog, recordando a Chéjov, el era médico, pero también un gran escritor, en ocasiones me siento como él, dividida entre mis pasiones, me encanta leer, no tanto escribir, no me considero buena en ese aspecto, pero la medicina es como decía Buda "Es mi misión en la vida, mi vocación y pienso entregarme a ella con todo el corazón" sin embargo, tengo que reconocer que a veces absorbe más tiempo del que debería y eso es algo que me da pena, porque amo escribir este blog, es relajante para mi, me permite reflexionar sobre mis lecturas, sobre lo que aprendo y sobre como veo el mundo, me conecta con mis sentimientos, pero no quiero que sea una obligación, quiero que siga siendo eso, un escape y un puente para expresar mis ideas, que no haya tenido tiempo de escribir, no significa que no haya tenido tiempo de leer, por lo que hoy, que tengo un poquito de tiempo, quiero comentar un libro que leí recientemente de Isabel Allende.
Antes de iniciar hablar sobre el libro, quiero hablar sobre la sororidad, la sororidad hace referencia a la alianza entre mujeres para conseguir más derechos, creo que este libro es un homenaje a esto, a mujeres que apoyan otras mujeres, mujeres que admiran otras mujeres y mujeres que aman otras mujeres, me parece muy pertinente hablar de esto este mes, el mes de las madres, ellas son quizás las que más admiración y respeto y amor nos despiertan, en este libro Isabel Allende nos habla de su Madre, su hija y de ella misma, así como de otras mujeres importantes que la inspiraron, la guiaron y la apoyaron y postula como el mundo puede mejorar si empieza aceptar como fortalezas, aquellas cualidades femeninas que considera debilidades, argumenta que hace falta más amor, más compasión y más entrega en el mundo.
Además argumenta que estos valores son propios de las mujeres, particularmente de las madres, muchos estudios han demostrado que el empoderamiento de la mujer en ambientes hostiles, permite un mayor desarrollo y más oportunidades para salir de la pobreza, esto es porque la naturaleza de las madres es siempre cuidar de sus niños, siempre buscan lo mejor para ellos o por lo menos lo es así en la mayoría de los casos, por eso quiero, como Isabel, escribir este blog para dedicarsélo a las mujeres más importantes de mi vida, en especial a mi mamá hermosa.
Quiero terminar con un fragmento del libro de Isabel que considero muy pertinente no sólo para esta fecha, sino para este tiempo tan convulso por el que atraviesa mi querido país, Colombia: "Queremos un mundo donde haya belleza, no solo aquella que se percibe con un corazón abierto y una mete lúcida. Queremos un planeta prístino, protegido de toda forma de agresión. Queremos una civilización equilibrada, sostenible, basada en respeto entre nosotros. Queremos una civilización inclusiva e igualitaria, sin discriminación de ningún tipo. Queremos un mundo amable donde imperen la paz, la empatía, la decencia, la verdad y la compasión."
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