La poesía y la empatía

Hace un par de entradas atrás mencione que quería escribir, sobre como la poesía nos ayuda a cultivar la empatía, para ello quiero compartir mi poema favorito:

Cuántos hay que, cansados de la vida,

enfermos de pesar, muertos de tedio,

hacen reír como el actor suicida,

sin encontrar para su mal remedio.

¡Ay! ¡Cuántas veces al reír se llora!

¡Nadie en lo alegre de la risa fíe,

porque en los seres que el dolor devora,

el alma gime cuando el rostro ríe!

Si se muere la fe, si huye la calma,

si solo abrojos nuestra planta pisa,

lanza a la faz la tempestad del alma,

un relámpago triste: la sonrisa.

El carnaval del mundo engaña tanto,

que las vidas son breves mascaradas;

aquí aprendemos a reír con llanto

y también a llorar con carcajadas.

El poema anterior es de Juan De Dios Peza, un poeta mexicano, la primera vez que lo leí llamo poderosamente mi atención, a veces la poesía tiene eso, que te atrapa, tal vez esa es la poesía que más me gusta: la que te deja sin aire, la que te deja pensando, la que en un poquito te dice mucho y ¿cuánto nos dice? ¿qué nos quiere decir? ¿qué es la poesía? tal vez hay tantas definiciones como poetas en el mundo, para mi la poesía es una de las tantas y maravillosas expresiones del sentimiento humano. La poesía nos permite reconocer que en el otro hay emociones, sentimientos y pensamientos similares a los nuestros pero también nos permite entender como ven el mundo otras personas, nos permite aprender de ellas, vibrar con ellas y apreciar como el lenguaje se puede transformar también en arte.

Este poema que elegí hoy en particular nos permite entender que el otro puede estar sufriendo, nos permite imaginar que detrás de una sonrisa o de una lagrima siempre hay una historia, que lo que vemos y juzgamos de los demás es sólo una parte y no siempre es lo que parece, de lo compleja que puede ser el alma humana, que cada dolor es particular, es único y debe ser entendido y que entender este sufrimiento en el otro y en nosotros, nos permite de alguna ser más comprensivos con el dolor ajeno, no juzgar a los demás e incluso ayudarles y comunicarnos de una manera más asertiva, identificarnos en el dolor del otro o en la tristeza del otro o en la alegría del otro es una forma de interpretar la poesía, no es gratuito que un poema llame la atención en una persona y en otra persona no, pues la persona puede "vibrar" con el poema en la medida que puede imaginar o identificarse en la situación del poeta, esta es la razón por la cual la poesía siempre aborda temas que nos atañen a todos, como el amor, la guerra, la paz, la enfermedad, la tristeza, la alegría e incluso la muerte, porque al hablar de estos temas tan complejos podemos construir una definición colectiva de los mismos, hacernos una idea de que sienten y experimentan los demás y hacer de este mundo, un mundo más comprensivo, más tolerante y mejor.