En Auschwitz no había Prozac: La importancia de amarse a uno mismo.

Esté es otro de mis regalos de Navidad, confieso que me escandalicé un poco al ver el titulo y saber que la autora la Dra. Edith Eger era psicóloga, pues considere que la frase pretendía de alguna forma minimizar el sufrimiento ajeno, sin embargo, me llevé una grata sorpresa, Edie, nunca hace tal cosa, de hecho el titulo del libro en inglés es "The gift" o el regalo, y es que Edith le hace un maravilloso regalo a sus lectores con este hermoso libro, es un libro hermoso, que no se queda en el victimismo, ni el pasado, como muchos otros libros de testimonios al respecto de los campos de concentración, Edie no enseña a mirar al frente, nos enseña que lo importante esta en nosotros, en nuestra mente y en nuestras desiciones. A través, no sólo de sus experiencias, si no de las de sus pacientes nos va regalando claves y consejos sobre como afrontar situaciones difíciles. Ella misma es un vivo testimonio de ello, tuvo que soportar la muerte de sus padres y la reclusión en un campo de concentración, luego pasó hambre y tuvo que huir del régimen comunista que se apoderaba de su país, tuvo que empezar de cero en los EEUU y se licencio como psicóloga a los 40 años! esté libro que estoy reseñando lo escribo a los noventa y dos años!, además fue disimula de Victor Frankl, es sin duda una mujer excepcional. Se nota además que en profesora, cada capitulo está dedicado a algún sentimiento que nos esclaviza, la venganza, el miedo, la vergüenza, la culpa, el dolor… a través de testimonios la Dra Eger nos ilustra de las repercusiones que tienen este tipo de sentimientos y pensamiento en la vida y nos da claves para enfrentarlos.

Si hay un mensaje claro en el libro es el de amarse a si mismo, Edie reconoce que no es fácil, reconozco que a mi me cuesta, pero siendo totalmente razonables, es es el secreto para sortear todas las situaciones que se nos presenten, sólo nosotros nos vamos a tener siempre, nadie más va estar ahí, si nosotros no nos amamos, nadie más lo hará, es difícil, claro, somos seres humanos, no somos perfecto y NO necesitamos serlo, necesitamos ser auténticos, ser nosotros y ser libres y felices siéndolo, necesitamos aceptarnos con nuestras luces y sombras, pues son estás las que nos hacen únicos. Algo que admire de Edie es su capacidad para reconocer abiertamente que se equivoca, que debe mejorar y no sentirse vulnerable por ello, eso además de ser valiente es necesario, es necesario si deseamos evolucionar como personas y si deseamos lograr una convivencia en armonía, es necesario poder darnos el permiso para empezar de cero todos los días, perdonarnos y aceptarnos como somos y como dice la Dra Eger, amarse a uno mismo no es narcisismo! De hecho en psiquiatría una persona con trastorno narciso de la personalidad, no se ama a si misma, sufre por dentro y trata de proyectar una imagen falsa hacía los demás, logrando con esto hacerse y hacer daño, si nos amamos a nosotros mismos, estaremos seguros que de podemos darle a otras personas lo mejor de nosotros y sabremos además que podemos exigir de la misma manera a esas personas.

Si nos amamos a nosotros mismos, podremos aceptar que nos equivocamos, que sentimos y que por lo tanto somos vulnerables, si nos abrazamos, abrazamos nuestros sentimientos, nuestra realidad, nuestras debilidades y fortalezas, entonces podremos enfrentar el mundo, tendremos los mecanismos para que lo que nos pase en el exterior, las circunstancias que nos rodean, hagan mella en nosotros, entenderemos que si bien no las podemos controlar, hay algo que si podemos controlar y es quienes somos, como nos sentimos, pensamos y actuamos en dichas situaciones. Creo que es muy importante leer este libro, sobretodo en estos tiempo que el mundo y la sociedad exigen perfección. porque nos dará las claves para vivir en libertad y en paz con nosotros mismos.