El país de las emociones tristes: Colombia vista desde las pasiones y los odios.
Creo que nuevamente tendré que citar a Chejóv para tratar de excusar mi larga ausencia, el decía "La medicina es mi esposa y la literatura mi amante, cuando me canso de una paso la noche con la otra." En mi caso creo que mi esposa absorbe gran parte de mi vida, pero esta bien me ha enseñado mucho y considero que leer aporta a mi ejercicio cómo médico, en este caso el leer un libro sobre los sentimientos y las razones que impulsan y motivan a los colombianos día a día a la vez que comparto con los pacientes de la Colombia rural, es realmente iluminador, creo que jamás había entendido tanto a Hector Abad Gomez cuando decía que la pobreza en Colombia mata y enferma a muchas personas, que cierto esto cuando se ejerce en sitios en los que no se cuenta ni con los insumos básicos y las personas no tienen el dinero suficiente para costear un desplazamiento, eso me hace pensar en lo que dice Villegas, el autor de este gran libro si vamos a describir a Colombia, debemos decir que es un país de contrastes y estoy segura que Gabo añadiría que es el país de lo absurdo, cuando veo la realidad del Colombiano de a pie más de cerca es cuando más comprendo la genialidad de Gabo. Una de las cosas que más me gusto de este libro es eso, que Villegas se vale de muchos ejemplos para hacernos entender sus posturas, se nota que es profesor y eso se agradece.
Tal vez lo más bonito e importante del libro es que llama a la calma, al dialogo y nos hace darnos cuenta de algo muy fundamental de que no hay buenos, ni malos, se que es una frase cliché pero es cierto..."El lobo siempre será el malo, si es Caperucita quien cuanta la historia", debemos ver el mundo en tonos grises, tratar de sacar sólo lo mejor de todo, parte de nuestra perdición como país, de nuestras tragedias y desgracias, se han dado por no ver en el otro un igual, por radicalizar nuestras posturas, por dejarnos llevar por la envidia y el odio, en resumen, por nuestras emociones tristes y se que lo que nos propone Mauricio no es facil, menos en un país con el nuestro donde impera la corrupción y la injusticia, así es muchas más difícil librar la batalla contra nuestros demonios, es cierto, pero contiene la sabiduría para que como país podemos salir adelante, leer este libro fue para mi además de iluminador, una lección de humildad, de empatía, espero que muchos Colombianos puedan leerlo y abrir los ojos a lo que realmente necesita nuestro país y que Hector Abad Gomez resume también:
"No es matando guerrilleros o policías o soldados, como parecen creer algunos que vamos a salvar a Colombia, es matando el hambre, la pobreza, la ignorancia, el fanatismo político e ideológico como debe mejorarse este país"
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