El hombre en busca de sentido: Una hermosa reflexión para comprender la logoterapia.

Viktor Frankl, el escritor de este maravilloso libro, es un neurólogo y psiquiatra judío, sobreviviente de 4 campos de concentración, una persona excepcional de la que tenemos mucho que aprender, con una capacidad ante la adversidad de admirar, en el hombre en busca de sentido, Viktor hace un análisis psicológico de su estadía en el campo de concentración, de las actitudes propias y de sus compañeros ante esta situación tan difícil. Posteriormente hace una breve descripción del trabajo de toda su vida, la logoterapia. Es importante resaltar que este trabajo fue formulado por Viktor antes de ingresar al campo de concentración y que allí en el campo fue destruido por los nazis y está razón pudo haber sido suficiente para derrumbar a cualquiera, pero no a Viktor, quien decidió aplicar a su situación desesperada los principios de su teoría y se propuso una vez salir del campo, reconstruir su trabajo.

Creo que hoy me quedare corta con este libro, se puede hablar mucho sobre el, cada pagina, cada palabra esta minuciosamente pensada, a pesar de que personalmente odio pensar en la guerra y las atrocidades que se cometieron en ella, leer el libro no es pesado, Frankl aprovecha cada ocasión para dejarnos una lección de fortaleza y resiliencia. En la segunda parte Viktor habla de la logoterapia, a continuación, tratare de explicar en que consiste la misma:

La logoterapia considera que la esencia de la existencia consiste en la capacidad del ser humano para responder responsablemente a las demandas que la vida le plantea en cada situación particular, es decir, es muy similar a lo que he hablado en entradas pasadas sobre el estoicismo, debemos hacer lo mejor con lo que la vida nos da, en las palabras de Frankl, no importa lo que esperemos de la vida, sino que importa lo que la vida espera de nosotros, importa que sentido le damos nosotros a nuestra vida, según la logoterapia hay 3 posibles caminos: 1. realizando una acción 2. Aceptando los dones de la existencia y 3. El sufrimiento. Entiéndase este ultimo como el sufrimiento con un sentido, como un camino hacia la auto-redención y auto-realización. En este aspecto Frankl cita a Nietzsche: “Quién tiene un porque puede soportar cualquier cómo”. Por supuesto, que el sufrimiento no es necesario para vivir una vida digna, pero en ocasiones es inevitable y es en esas ocaciones debemos aprender a darle un sentido al mismo, aceptarlo como parte de nuestra vida.

Lo realmente hermoso de todo esto es lo revolucionario que puede llegar a ser, plantear y responsabilizar al hombre por sus acciones, hacerlo el protagonista de su vida, sacarlo del determinismo, propio de su época impulsado por la corriente del psicoanálisis que pone al hombre como un ser meramente influenciado por sus circunstancias. Este planteamiento de que el hombre puede elegir lo que quiere ser, en una época convulsa e incluso cruel, en la que los hombres parecían indiferentes ante la desgracia, es revolucionario y sacude a más de uno, invita al hombre a ser protagonista de su vida, a vivir de manera responsable, algo de lo que hemos hablado en otras entradas de este blog, de que esta en nuestras manos, decidir quienes queremos ser y que queremos hacer para hacer de este mundo un mundo más justo, es es lo más bonito que tenemos como seres humanos, que somos seres que pueden sobreponerse a las circunstancias, como bien termina el Dr. Frankl su maravilloso libro: “El hombre es ese ser capaz de inventar las cámaras de gas de Auschwitz, pero también es el ser que ha entrado en esas mismas cámaras con la cabeza erguida y una oración en los labios”.