Dime quien soy: El peligro de la radicalización de ideas
Amelia Garayoa, es tal vez uno de los personajes más complejos e intrigantes que he tenido el placer de leer, contradictoria y apasionada a partes iguales, con esta protagonista como guía tenemos la oportunidad de asistir a una de las épocas más turbulentas de nuestra historia reciente, la segunda guerra mundial y la guerra fría: Sólo he leído 2 libros de Julia Navarro, pero ya la puedo contar, sin lugar a dudas entre mis escritoras favoritas, con esta maravillosa obra Julia no sólo nos enfrenta contra el horror de una época a la que nadie, ni en sus peores pesadillas querría volver, si no que de una forma magistral, nos muestra como las pasiones excesivas, como llevar nuestras ideas al extremo, como no ponernos en el lugar del otro, no escuchar, nos puede llevar a la violencia, nos puede llevar hacerle daño al otro y destruirnos mutuamente, porque son la intolerancia, las diferencias "irreconciliables", lo que nos llevan a la guerra y al odio.
En Dime quién soy, podemos ver la crueldad y la maldad humana en su máxima expresión, pero también podemos ver cómo en cada rincón de ese mundo sin esperanza, hay hombres y mujeres luchando contra un enemigo que parece indestructible e inhumano, hombres y mujeres del común, que comenten errores, pero que se levantan, que siguen adelante y que no dejan de luchar por sus ideas, por lo que creen por lo que creen justo.
Pondríamos decir que estamos libres de peligro, que tal horror jamás volverá a ocurrir, que el hombre tocó fondo en esa guerra, pero en ocasiones, cuando escucho hablar algunos políticos en mi país, cuando veo como las personas se atacan en redes sociales, cuando veo que no parece posible reconciliarnos, ver en el otro a un igual, a un ser humano, con todo lo que implica, con sus aciertos y errores, entender que la guerra solo lleva al dolor y la destrucción, porque al final eso es lo que Julia nos quiere mostrar con este libro, que la guerra no lleva a ninguna parte, que sólo puede provocar pérdida y dolor. Vuelvo recordar la frase de Freud "El elemento de verdad tras todo esto y lo que la gente esta tan predispuesta a negar...es que el hombre es una criatura entre cuyo acervo instintivo debe reconocerse una buena dosis de agresividad..."
Pienso que el día que los colombianos entendamos eso, podremos alcanzar la paz y ser felices, el día que entendamos que la vida humana vale más que cualquier idea, que cualquier pensamiento político y que tomemos como máxima la defensa de la vida y la libertad sobre el poder, ese día seremos felices, habrá paz, justicia y libertad y entonces ningún hombre tendrá que morir en nombre de ninguna ideología o religión, porque el amor, la paz, la empatía, la tolerancia y el humanismo serán nuestra religión y nuestra ideología.
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